Como ya hemos visto, las largas exposiciones al sol durante la época estival pueden llegar a ser perjudiciales para nuestra piel. Sin embargo, esto también tiene efectos nocivos en tu cabello.
El calor del sol provoca daños y oxidación en el cabello, volviéndolo seco, rígido y quebradizo. Y es que los rayos UV pueden penetrar las cutículas del cabello, causando daños como sequedad, fragilidad y desgaste. Del mismo modo, la radiación ultravioleta provoca una pérdida de pigmentación y degradación de las proteínas, lo que puede provocar daños graves en el cabello.
Todo ello sin contar con que el calor y la sudoración excesivos pueden derivar en problemas de caspa, puntas abiertas, encrespamiento y aumento de la caída del cabello. Por todo ello, hoy veremos qué podéis hacer para mantener un pelo fuerte y sano durante el verano. Comencemos:
Un estudio muestra que el cabello teñido puede sufrir cambios significativos por los efectos del calor. Por lo tanto, debemos restringir lo máximo posible los tratamientos químicos para el cabello durante la época estival.
Si queréis teñir vuestro cabello, o cambiar el color durante el verano, intentad hacerlo uno o dos meses antes de que el sol golpee fuerte. También podéis probar tintes orgánicos y vegetales.
De este modo, estrenaréis la temporada con el cabello completamente saneado, deshaciéndoos de las puntas abiertas y refrescando vuestro estilismo.
Es posible que también necesitéis un corte a mitad de temporada, aunque procurad hacerlo siempre a finales de verano para sanear todos los posibles daños producidos.
Como ya hemos mencionado, el sol tiende a secar el cabello. Es por ello que debéis aseguraros de devolverle algo de humedad y vida usando un acondicionador con aclarado, que se adapte al tipo de textura de vuestro cabello.
Si vais a nadar, recordad poneros un acondicionador sin aclarado en el cabello y usar gorro de baño.
Un estudio mostró que hubo cambios significativos en el color del cabello y las proteínas debido al cloro de la piscina y los rayos UV del sol.
Así pues, lavarse el pelo inmediatamente después de nadar puede ayudar a reducir el daño causado por el agua clorada.
Del mismo modo que aplicamos un Factor de Protección Solar en nuestro cuerpo cuando nos exponemos al sol, también debemos hacerlo en nuestro pelo y cuero cabelludo.
Para ello, existen multitud de productos con FPS que pueden ayudarnos.
Lo que menos necesita el pelo en verano es aún más calor proveniente del secador, planchas o rizadores.Si usáis el secador, es conveniente que lo hagáis en frío o, mejor aún, que dejéis que se seque al aire libre.
Si estamos siguiendo todos los consejos anteriores, pero no estamos bebiendo suficiente agua, no estaremos consiguiendo nada. Los líquidos nos ayudarán a mantener el cabello sano e hidratado desde dentro.
Además, debemos incluir tantas frutas y verduras en nuestra dieta como sea posible. Este es, sin duda, un aspecto fundamental para los cuidados del cabello durante el verano.
Si tenéis el cabello graso, y lavarlo diariamente hace que se vuelva más graso aún, debéis probar un champú en seco. También podéis rociar vuestro cuero cabelludo con un poco del polvos de talco para bebés y después peinarlo.
Al exponer nuestro cabello al sol, este tiende a volverse más seco, fino y quebradizo. Por ello, debemos atenderlo con más regularidad. Es por eso que, una vez a la semana, no está de más utilizar un tratamiento de acondicionamiento profundo.
Sin embargo, los acondicionadores profundos contienen productos químicos concentrados y no deben aplicarse a diario.
Debéis buscar productos que incluyan términos como «reparador», «revitalizante» e «hidratante». Del mismo modo, debemos huir de cualquier producto que contenga formaldehídos (alcohol).
