¿Es lo mismo un autobronceador, que un protector solar, que un potenciador del bronceado, que un acelerador del bronceado? Aunque tienen nombres bastante semejantes, y muchas personas los confunden y los utilizan sin conocer sus características concretas, son productos diferentes. El utilizar distintos tipos de bronceadores sin saber cómo, puede llevarnos a fracasar en la consecución de nuestros objetivos, ya que cada uno busca algo diferente en cuanto a su piel. Algunas personas buscan protegerla del sol, otras quieren un bronceado ligero y progresivo, y otras quieren broncearse de manera intensa cuanto antes.
Después de leer este artículo, se disiparán todas tus dudas. Aprenderás a diferenciar los autobronceadores de los protectores solares, y otros productos relacionados con la salud de nuestra piel y el bronceado. ¿A qué estás esperando?
El producto más habitual y el que más nos protege del sol es el protector solar. Su objetivo es actuar como barrera de protección para que los rayos UVA y UVB, entre otras radiaciones, no nos dañen la piel o, al menos, para que no lo hagan con tanta intensidad como lo harían si fuéramos desprotegidos.
A día de hoy, podemos encontrar protectores solares en distintos formatos, y con diferentes particularidades, como la resistencia al agua, las propiedades antioxidantes o la fórmula antimanchas. Gracias a esta evolución en los productos de protección solar, con una buena aplicación, todo tipo de pieles se pueden sentir seguras y a gusto durante su exposición al sol.
Para que un protector solar sea efectivo, hay que aplicarlo 30 minutos antes de exponerse al sol, seleccionar un factor de protección solar (FPS, SPF en inglés) que se adapte a nuestro fototipo, y repetir la aplicación del producto a lo largo del día. Además, también hemos de tener en cuenta que existen fotoprotectores orales para complementar a esta fotoprotección por vía tópica.
¡Importante! Los niños necesitan una protección solar más alta, ya que su piel es delicada. Además, un protector solar no evita por completo que puedan aparecer quemaduras solares, pero sí reducen considerablemente su posibilidad de aparición, y como mínimo, su gravedad.
Los autobronceadores es un producto cosmético pensado para producir un bronceado artificial a través del tinte de la piel. Sus fórmulas, apoyadas en ingredientes como la dihidroxiacetona, al entrar en contacto con la piel, producen una reacción química que la oscurece. Sus resultados no son permanentes, ya que en el mejor de los casos dura tan sólo algunos días. La piel, al irse renovando, va eliminando el tinte con el paso del tiempo, sin que los demás se den cuenta de ésto.
En el mercado podemos encontrar autobronceadores con los que se consigue un tono natural de moreno, capaz de resultar bonito tanto en invierno como en verano, sin exponerse a los peligros de tomar el sol durante horas. Hace años, sin embargo, estos productos estaban asociados a una coloración anaranjada e incapaz de repartirse de manera homogénea por el cuerpo. Por suerte, los especialistas en este tipo de productos hemos conseguido mejorar nuestras fórmulas y crear autobronceadores de una calidad inmejorable.
¡Importante! Los autobronceadores no nos protegen de los daños de los rayos UVB y UVA. Aunque utilices un autobronceador, no te olvides de siempre añadir un FPS a tu piel. Mantente protegido siempre.
Disponemos de autobronceadores en distintos formatos:
Un acelerador del bronceado es un cosmético cuyo objetivo es aumentar la producción de melanina de la piel e intensificar los efectos de los rayos UV. El tono que obtenemos con este producto no es artificial, a diferencia de lo que ocurre con el autobronceador, sino que nace una estimulación del organismo. Al aplicarnos un acelerador del bronceado, lo que buscamos es broncearnos de manera más rápida tras exponernos a los rayos UVA, pero manteniendo la durabilidad y naturalidad de un bronceado genuino.
¡Importante! El acelerador del bronceado ni broncea ni protege por sí solo, salvo que contenga un filtro SPF indicado explícitamente por su fabricante, algo que ocurre a menudo. El producto encargado de broncear sin la necesidad de exponerse al sol es el autobronceador, y el encargado de protegernos de las quemaduras es el protector solar. Lo habitual es aplicar el acelerador, tomar el sol durante algunos minutos, y a continuación aplicar una cantidad generosa de protector, u optar directamente por un bronceador con protección incorporada.
Los prolongadores del bronceado ayudan a alargar los resultados que hemos obtenido gracias a la labor de los bronceadores y protectores solares. Suelen llevar ingredientes hidratantes que ayudan a una mejor difusión de la melanina, y han de aplicarse una vez estemos ya bronceados.
¡Importante! Como imaginabas, los prolongadores del bronceado no protegen ni broncean, pero sí resultan ideales para mantener el bronceado tras las vacaciones.
Tomar el sol es una costumbre casi obligatoria durante los meses de verano. La calidez, la vitamina D y el bronceado son elementos que hacen que sea irresistible quedarse en casa en un día soleado, sobre todo en un país como el nuestro, en el que podemos disfrutar de tantos días de sol al año. Eso sí, como os mencionábamos, hemos de tener en cuenta riesgos y consecuencias, y protegernos debidamente. En muum podrás encontrar tanto bronceadores, como protectores y aftersun que protegen e hidratan tu piel, al mismo tiempo que potencian tu bronceado, para que puedas lucirla radiante y morena este verano.
